Mercado de granos. Por Enrique Erize | Para LA NACION
Una ola bajista pretende apoderarse de la Bolsa de Chicago a medida que la definición del ciclo 2012/2013 va completando los "casilleros" que conforman el balance de oferta y demanda global (y estadounidense) de los principales granos. Los valores ya se ubican en niveles similares a los de mediados del año pasado y las importantes alzas disparadas por la fuerte sequía en EE.UU. en plena floración de los maíces ya son historia. Pero lo cierto es que el ciclo actual cierra mal y la plaza pareciera querer apostar a una buena campaña 2013/2014.
El mercado triguero acusa las mejoras climáticas en el área de los cultivos de invierno de los Estados Unidos y la posibilidad de que la India vuelque al mercado entre 6 y 7 millones de toneladas de una cosecha récord.
En el caso del maíz, el necesario racionamiento de la demanda estadounidense se ha ido verificando en lo que se refiere a la producción de etanol y en el nivel de las exportaciones. Estas últimas, como consecuencia de una abundante oferta de maíz brasileño y de un ritmo de ventas externas argentinas históricamente alto. Mientras tanto, los operadores comienzan a palpitar la campaña 2013/2014 del forrajero, a un mes del inicio de las tareas de siembra en los Estados Unidos.
Con rindes de tendencia, la recuperación productiva sería implacable con los precios y los mismos se ubicaría en niveles lejanos de los vividos desde julio de 2012 y hasta hace pocas semanas atrás. Si así fuera, los números para el productor argentino conformarían una historia muy diferente a la vigente en el presente ciclo comercial. Pero lo cierto es que el clima -como siempre- tendrá la última palabra y el oeste del cinturón maicero/sojero estadounidense necesita un nivel de precipitaciones muy superior al normal en las próximas semanas para poder aspirar a rindes de tendencia. Para seguir con atención.
Las cotizaciones del complejo sojero, por su parte, muestran un grado de volatilidad tan marcado como justificado. Ocurre que los Estados Unidos han casi agotado su saldo exportable y vamos por la mitad del ciclo comercial, lo cual genera un lógico nerviosismo en la plaza. Pero, por otro lado, ya no se discute que Brasil alcanzaría una cosecha récord y que Sudamérica en su conjunto también. Ello, a pesar de los recortes que se han venido verificando en la producción argentina.
Es así que ensamblar ambas cuestiones (como lo habíamos anunciado) se está convirtiendo en un verdadero desafío para Chicago. Por un lado, los serios problemas de logística en Brasil (congestionamiento en los puertos) y la escasa oferta argentina (disponible y forward) se constituyen en un factor alcista de corto plazo para los precios, toda vez que generan un redireccionamiento de vapores hacia el Golfo de México y la oferta estadounidense se ve obligada a defender sus menguadas existencias subiendo los precios.
Pero en pocas semanas más, la regularización del ritmo de embarques en Brasil y la generalización de la cosecha argentina podrían jugar en sentido inverso para las cotizaciones. Luego comenzarán a tallar las expectativas para el ciclo 2013/2014 en los Estados Unidos. Así están planteadas las cosas.
PANORAMA COMPLICADO
En el plano local, todo pareciera indicar que el productor argentino de trigo y de maíz enfrenta un panorama complicado. Más allá de la evolución de Chicago, la intervención oficial en los mercados y en el manejo de los ROE Verdes aseguran un mercado vacío de compradores de la exportación y "piedra libre" para "cazar en el zoológico" para los compradores del mercado interno.
Por su parte, la noticia de que se permitirían ROE Verdes por 5 millones de toneladas para el trigo del ciclo 2013/2014 es una promesa más de las tantas incumplidas por parte de una administración que ya podría calificarse de "anunciadora serial".
En el caso de la soja, el panorama es distinto. En nuestra opinión, el muy bajo ritmo de ventas forward de la actual campaña se acelerará en plena cosecha por necesidades financieras. De tal manera, quienes necesitan liquidar la soja en abril/mayo no debieran subestimar los precios actuales. Para quienes pueden diferir ventas, la historia es otra. Aún reconociendo que los precios actuales son históricamente altos, también es válido suponer que, superada la cosecha, el productor argentino volverá a "nominar" a la soja como refugio de valor.
En los últimos tiempos se verifica un elevado porcentaje de campañas con problemas productivos por cuestiones vinculadas con el clima. Tal circunstancia, sumada al habitual accionar especulativo de los fondos de inversión, permiten suponer que la plaza brindará más de una buena oportunidad para definir precios.