25/03/2014

"La cosecha récord de soja tiene un precio 20 por ciento inferior al del año pasado"

El economista Salvador Di Stefano cerró la Jornada Trigo Córdoba 2014, convocada por la Bolsa de Cereales de Córdoba y organizada por el programa televisivo Agroverdad, con el apoyo de La Voz del Interior y La Voz del Campo. LA VOZ

El economista Salvador Di Stefano cerró la Jornada Trigo Córdoba 2014, convocada por la Bolsa de Cereales de Córdoba y organizada por el programa televisivo Agroverdad, con el apoyo de La Voz del Interior y La Voz del Campo.

Fiel a su estilo franco y llano, Di Stéfano no tuvo pelos en la lengua al plantear el complicado escenario actual del agro. Sostuvo que es necesario devaluar aún más la moneda para recuperar márgenes de ganancia, que puedan volcarse a la economía doméstica. “Hoy al campo no le sobra nada”, sentenció en diálogo con La Voz del Interior .

–¿Cuál es la perspectiva económica para el agro?

–El campo tiene que empezar a mirar el escenario económico como una calesita, porque si yo hago la cuenta de la ganancia que me va a quedar de la campaña de soja, y miro mis costos, me voy a encontrar con que gané plata, porque el año pasado el dólar estaba a 5,60 y hoy está a ocho pesos. Pero lo cierto es que las 55 millones de toneladas de la campaña récord de soja tienen un precio 20 por ciento inferior al del año pasado y, si lo pesificamos, crece apenas el 31 por ciento, menos que la inflación. Entonces, el hombre de campo, que levantó la cosecha y pagó lo que debía, se encuentra con que no tiene el dinero para comprar los insumos de la próxima campaña. Lo paradojal es que el mundo económico habla de que el agro está salvando a la Argentina y el campo no se salva ni a sí mismo. Estamos en una situación muy crítica, y es mucho más crítica en Córdoba, en donde los rindes son más bajos.

–¿Cuáles son los principales desafíos?

–Hay mucho para trabajar, porque hasta ahora el hombre de campo creyó que tenía un negocio productivo, y hoy se da cuenta que además de productivo, es también impositivo, f inanciero, y todo eso hace que tenga que estar mucho más preparado. Somos los mejores productivamente, pero no alcanza si después no completamos esa producción con el resto de los factores.

–¿Cómo ve al sector agropecuario hoy?

–Cada vez peor. El problema es que no tenemos rentabilidad; el problema es que la ecuación económica en la Argentina no da.

–Este escenario que plantea para el agro no deja margen para el efecto derrame sobre la economía doméstica…

–El campo no va a volcar nada a la eco nomía doméstica. Al campo no le alcanza ni siquiera para comprar los insumos para la campaña que viene. La pregunta es quién va a ayudar al campo. Lo que yo estoy viendo cuando recorro el país son muchas caras de desánimo, porque saben que ésta la terminan bien, pero que el negocio es una calesita y que tienen que volver a empezar.

–¿Qué debería pasar para que este panorama mejore?

–En primer lugar, el Gobierno nacional debería generar confianza y, de esta manera, bajar la tasa de interés. No podemos tener una tasa de interés del 30 por ciento; necesitamos al menos que baje al 15 por ciento como la que teníamos el año pasado. Necesitamos un tipo de cambio más alto, porque se devaluó el dólar a ocho pesos, pero las reservas no aumentaron, lo que quiere decir que el mercado no quiere venderle a ocho pesos el dólar al Gobierno. Si la tasa de interés está al 30 por ciento anual y los plazos fijos no suben es porque la gente no confía. ¿Qué beneficio impositivo va a dar Cristina (Fernández) en la campaña que viene? Ninguno. Si hasta ahora no lo dio, por qué lo daría en su último año de gobierno. Gobierno de transición, alta presión tributaria, escasez de dinero, inflación, alta tasa de interés, y la verdad es que al campo no le sobra nada.

–¿El agro está diversificando su negocio?

–Sí, y soy uno de los que alentamos ese proceso. Me gustaría que fuera más intenso, y Córdoba es un ejemplo, con la producción de bioetanol.

–¿El Gobierno seguirá devaluando?

–No me cabe la menor duda de que el Gobierno va a seguir devaluando, porque la devaluación fue mal hecha. La devaluación fue a precio y hoy ocho pesos no alcanza, por lo que hay que empezar a pensar en una devaluación a 10 pesos, aunque a lo mejor no tenemos el ministro de Economía para este momento, porque claramente no quiere ajustar.

Un año de transición política
Al economista y consultor Salvador Di Stefano le tocó cerrar la jornada para hablar de la economía que viene. Analizó que, tratándose de un año de transición política, dado que a fines de 2015 habrá elecciones presidenciales, el Gobierno de Cristina Fernández deberá esmerarse en confianza y, de esta manera, bajar la tasa de interés. “No podemos tener una tasa del 30 por ciento”, advirtió.

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