Con un avance de siembra de trigo del 97% de una superficie proyectada de 885.500 hectáreas (lo que implica una baja del 28% interanual), y unas 12 mil hectáreas estimadas para el garbanzo (caída del 21% y la menor cifra en 11 años), ambos cultivos deben hacerle frente al contexto de sequía en sus estados vegetativos. AGROVERDAD

De acuerdo al último informe de la Bolsa de Cereales de Córdoba, “bajo un contexto de Niña, los milímetros acumulados durante abril, mayo y junio fueron menores al promedio histórico (2007-2021) en toda la provincia, situación que se refleja en el mapa de contenido de agua en el suelo a un metro de profundidad”.

Y agrega que la situación de humedad “va en disminución a medida que se atraviesa el invierno y, de no revertirse esta condición, afectaría negativamente el desarrollo de los cultivos invernales, principalmente aquellos que se cultivan en secano y que no tienen influencia de napas”.

Horizonte complicado

De confirmarse estos pronósticos y continuar la situación de escasez de humedad, el trigo y el garbanzo sumarán a la menor superficie un contexto de dificultad en su desarrollo. El trabajo de la entidad detalla que, con respecto al primero, “hacia mitad de julio, el avance de siembra llegaba al 97 % de la superficie proyectada y el 60 % del cultivo en pie se encontraba desarrollando de tres a más hojas, mientras que el 40 % restante comenzaba la etapa de macollaje”.

Con respecto al garbanzo, se indica que para la campaña 2022/23 las 12  mil hectáreas esperadas, además de la caída del 21 % interanual, significa una merma del 69 % con respecto al promedio histórico (2011-2021). “Durante la primera quincena de julio, el garbanzo se encontraba atravesando su estado vegetativo, con 3 o más hojas desarrolladas y con un estado general variable”, describe el informe.

Estado de los cultivos

En el trigo, a la fecha relevada, el 62 % de los lotes presentaba un estado general entre bueno y regular y un 9 % se encontraba en malas condiciones debido al estrés hídrico y a las bajas temperaturas y heladas que ocasionaron quemado en puntas de hojas, según la red de colaboradores de la BCCBA.

“Además, fueron reportadas algunas fallas en la implantación y, en casos más graves, pérdida de plántulas. Por su parte, los lotes que presentan algo de humedad en el perfil o que fueron sembrados bajo riego, lógicamente presentan un mejor estado general. Respecto a la presencia de plagas, se reportó la de pulgón (Schizaphis graminum) pero sin grandes complicaciones hasta el momento”, describe el documento.

En garbanzo, las proyecciones indican que la mayor parte del área “se sembraría hacia el norte de la provincia, concentrándose en los departamentos Colón, Totoral y Río Primero. Durante la primera quincena de julio, el garbanzo se encontraba atravesando su estado vegetativo, con 3 o más hojas desarrolladas y con un estado general variable”.

Las complicaciones están dadas, evidentemente, en los lotes sin riego: “Mientras que los lotes bajo riego presentaban entre muy buenas y excelentes condiciones, éstas eran entre buenas y malas para aquellos cultivados en secano, los cuales presentarían un leve retraso en el crecimiento debido a la falta de agua. Hasta el momento, no fue reportada la presencia de plagas y/o enfermedades”.

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