El análisis de la Bolsa parte del precio disponible en el mercado de Rosario para estos tres granos a febrero pasado. Maíz y soja están casi 40 por ciento por encima del mismo mes de 2020, mientras que en el trigo el alza fue mucho menor: nueve por ciento.
Del otro lado, los insumos más importantes para el agro se encarecieron 34 por ciento en el caso de la urea y 30 por ciento en el fosfato, mientras que los valores en dólares del gasoil cayeron siete por ciento, y del flete, tres por ciento.
Por cultivo
Soja. Fue la más beneficiada en este contexto, con un incremento en el poder de compra promedio del 26 por ciento.
Por ejemplo: mientras que en febrero de 2020 se requerían 13,7 quintales para adquirir 100 litros de glifosato, actualmente se necesitan 10 quintales, un 27 por ciento menos. De la misma forma, el costo relativo de los demás insumos también se abarató para la oleaginosa, siendo el gasoil el caso más destacable, con una reducción del 32 por ciento en su precio relativo, seguido por el flete, las semillas y el fosfato, con una disminución del 29 por ciento, 27 por ciento y 12,5 por ciento, respectivamente.
Maíz. Ocurre algo similar: el gasoil y el flete son los insumos que más se abarataron con respecto al valor del cereal, llegando a disminuciones de 33 por ciento y 30 por ciento, respectivamente. Asimismo, la atrazina, el glifosato y la semilla mejoraron su relación y se requiere 28 por ciento menos de grano para su adquisición. El aumento en el precio de insumos como el fosfato monoamónico y la urea fue elevado, pero menor al incremento en el precio del maíz, por lo que su relación mejoró en un siete por ciento y cuatro por ciento, respectivamente.
Trigo. Además de que el aumento de precio no fue tan alto como en los granos estivales, el problema es que uno de sus insumos más importantes, la urea, se encareció mucho más y por eso se requería en febrero 23 por ciento más trigo que en 2020 para comprar este fertilizante. Lo mismo ocurre con el fosfato diamónico, que se encareció en un 19 por ciento en dólares, en un año. Por otro lado, el gasoil y el flete se abarataron en un 15 por ciento y 11 por ciento respectivamente, mientras que el glifosato y la semilla lo hicieron en un ocho por ciento.
“Si bien algunos insumos mejoraron su relación respecto al precio del cereal, la urea y el fosfato son los dos componentes más importantes dentro de los gastos para el cultivo”, insistió la Bolsa cordobesa.