Esto, según los productores de biodiesel y bioetanol, va a contramano de la estrategia de potenciar las inversiones en yacimientos como Vaca Muerta. “Es económica y socialmente incompatible con la necesidad ambiental y sanitaria de lograr una diversificación sustentable de nuestra matriz energética”, agrega la carta.
Por eso, las entidades solicitan un debate “multidisciplinario” para la “descarbonización de la Argentina” y para dejar de ir “en sentido inverso a la dirección que está tomando el mundo”.
Por otra parte, la epístola advierte que “el drástico ajuste en el uso de biocombustibles contenido en el proyecto de ley provocará el cierre de plantas y la pérdida de al menos 1.500 puestos de trabajo genuinos y federales”.
Apoyo Eclesiástico
En tanto, también se conoció en las últimas horas un sorpresivo mensaje de apoyo a la postura de los fabricantes de biocombustibles: el de la Iglesia argentina.
En un comunicado, la Comisión Nacional de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal señaló que el proyecto de ley del kirchnerismo, que ya tiene dictamen de comisión favorable en Diputados, “implica un franco retroceso en la política ambiental argentina”.
Cabe recordar que en su encíclica Laudato Si’, el Papa Francisco hizo mucho foco en la necesidad de políticas a nivel global que protejan el ambiente.
“Resulta imperiosa una transformación progresiva de la matriz energética nacional, hacia una matriz plenamente sustentable”, destacó la Conferencia Episcopal.
Y al respecto, enumeró cuáles son los aspectos negativos que observa en el proyecto de ley oficialista: que reduce el porcentaje de biocombustibles en las mezclas de naftas y gasol, que se contradice y formula afirmaciones poco claras respecto de los costos asociados, y que deja a la transición energética a criterio del mercado cuando es una política pública obligatoria.
Además, “la reducción del porcentaje de biocombustibles contradice el Principio de Progresividad que establece la Ley General del Ambiente 25.675 y el Acuerdo de París, ratificado por ley 27.270 y por ende de jerarquía superior a las leyes nacionales”, advirtió la Iglesia.
Asimismo, recordó que la prórroga de la ley vigente ya tenía media sanción por unanimidad en el Senado y que los biocombustibles son claves en la transición hacia el objetivo de Carbono Neutro.
En otro párrafo, la Conferencia Episcopal consideró que “en Argentina no existe competencia entre biocombustible y alimentación animal, dado que el subproducto que deja el proceso de producción de biodiesel y bioetanol, es usado para alimentación animal, incluso con mejor aporte que el grano entero (tanto de maíz como de soja)”.
Y continuó: “Al mismo tiempo, la producción de maíz ayuda a equilibrar la rotación de cultivos. Es decir que para Argentina es un biocombustible moderno, y se debería ampliar a biocombustibles de avanzada, a través del mayor aprovechamiento de residuos en su producción”.