PUNTO BIZ
Una nueva soja transgénica, que además de tener un nuevo gen de resistencia al herbicida glifosato incorpora la resistencia a insectos que afectan el cultivo ya es una realidad en el campo argentino.
La semillera mulinacional Monsanto, otra vez, es la protagonista, pero no solo por el desarrollo tecnológico sino que, esta vez, por la estrategia que está poniendo en juego para comercializar el adelanto: acuerdo productor por productor en el que hombre de campo argentino se compromete a pagar por la nueva semilla.
La mayoría de las empresas que producen en el norte lo aceptaron para la próxima campaña, pero el round fuerte es en la zona núcleo. Incluso, la polémica –además del debate sobre la propiedad intelectual- viene también por los mecanismos de cobro (en la bolsa de semillas y en el puerto al exportador designado), que para sectores de la producción son abusivos.
Ayer, la Cámara Argentina de Semilleros Multiplicadores (Casem) realizó en la sede de AFA en Rosario el seminario “Patentes, contratos entre privados y propiedad intelectual: elementos centrales para una política pública”. En ese marco, punto biz dialogó con el secretario de Agricultura de Santa Fe, Luis Contigiani, quien tomó distancia de la estrategia particular y pidió soluciones consensuadas a nivel general.
- ¿Argentina puede retrasarse en la apliación de biotecnología por la falta de protección a la propiedad intelectual de los desarrolladores?
-Argentina tiene que ser competitiva y para eso necesitamos la biotecnología. Eso no lo estamos discutiendo. Lo que estamos discutiendo es los modelos de pensamiento que dominan el hecho científico. Y ahí es donde yo estoy francamente en una postura crítica con respecto al paragdigma que está dominando en occidente al hecho biológico, al hecho a la biotecnología a través de sus grandes multinacionales. Es el bautizado paradigma anglosajón: patentes, control de las semillas, regalías, control de la post cosecha, control en la comercialización. En definitiva, el hecho científico dominando por grandes multinacionales. Desde Santa Fe, humildemente, queremos que se tenga en cuenta otros tópicos como la variabilidad genética, la diversidad productiva, con marcos jurídicos de equilibrios, con un Estado que trate de promocionar el desarrollo de germoplasmas porque ahí se juega también la soberanía nacional y que podamos seguir dialogando con las grandes multinacionales pero desde una posición más de fuerza, como hace Brasil, que negocia, dialoga, y busca el camino.
-Entonces, se puede decir que el gobierno provincial no está muy de acuerdo con los contratos que está firmando Monsanto con productores
-Yo no soy partidario de llevar la producción alimentaria y el desarrollo biotecnológico en la producción alimentaria llevarlo al ámbito del Código Civil. No se pueden resolver problemas y desafíos de la biotecnología y los alimentos desde el Código Civil. Me parece que no es el camino. Yo soy partidario de leyes nacionales que en el ámbito público legislen sobre la materia. Soy partidario de una nueva ley de Semillas.
-No obstante, las innovaciones hay que pagarlas porque llevaron mucha inversión en I más D. Y el productor que firme esos contratos podrá acceder a tecnología con más rendimientos.
-Aquí es clave lo que diga el Instituto Nacional de Semillas sobre estos contratos, porque no operan o dominan sólo sobre la variedad germoplasma sino también avanzan sobre la comercialización de la misma y la forma de cultivar esas variedades, lo que va arrinconando al agricultor a un esquema de absoluta dependencia. Me parece que no es sustentable y creo que la Nación tiene que definir sobre la validez de esta estrategia. Hay una discusión sobre si La ley de semilla actual define o no el tema de semillas como interés público. Si lo define como interés público, no puede resolverse el tema en el ámbito del Código Civil. Pero están quienes dicen que no aclara que lo sean, porque la redacción es confusa, y argumentan que lo que lo público no me prohíbe lo puedo hacer yo en el ámbito privado.
-Pero las empresas no pueden seguir esperando a que se modernice la ley de semillas y la normativa de propiedad intelectual
-No es sustentable ni para las propias empresas, genera un nivel de rechazo, mucha falta de consenso que en términos de organización empresarial termina siendo un costo, que la empresa tenga esos sistemas agresivos que generen tanto nivel de rechazo y de adhesiones a la larga genera un costo con lo cual la recomendación para las empresas es que vayan por el consenso , por una nueva ley de semilla, todos apostamos a la biotecnología, vayamos por un marco legislativo que ponga equilibrio, no hablamos de no pagar, queremos equilibrio
-¿Se tratará este año en el Congreso la ley de semillas?
-El conocimiento que tenemos es que la actual presidente de la comisión agrícola del Congreso lo tiene en la agenda de temas para este año. Pero no sabemos si tiene margen para hacerlo.