Datos de la coscha de EE.UU. fijan la atención sobre la demanda y crece expectativa por elementos alcistas. AMBITO.
Por: Dante Romano
Esta semana se accedió a una nueva actualización de los datos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), y como sorpresa se vio caer la producción de maíz, cuando en realidad se esperaba una mejora. En el caso de la soja, en tanto, el incremento de la producción fue menor, y el foco se pone aquí en la demanda.
En definitiva la incertidumbre del tamaño de la cosecha de verano de Estados Unidos está ahora pasándose a la marcha de la demanda de granos. El foco de este mercado está cambiando, y se posa ahora en elementos que son alcistas.
¿Significa esto que los precios van a subir en forma indefinida? La respuesta es claramente negativa. Ocurre que a la gran producción de soja norteamericana, se suma una expectativa de aumento de área importante en nuestra región, con un clima que se espera acompañe a la misma. De este modo, esto limitará seguramente la suba, aunque hay espacio para ver mejoras todavía.
En el caso del maíz ese limitante no existe, por lo que la reacción del mercado podría ser mayor.
Demanda
Sin embargo, la demanda no viene tan fuerte como lo que se está viendo en las exportaciones de harina y poroto de soja.
Aún así, con la relación de precios entre la carne y el maíz en niveles muy buenos para el conversor, es de esperar que la demanda pique en punta.
Pasando al trigo, empiezan a aparecer dificultades en la producción. En la Argentina y en Australia los excesos de lluvia al momento de la cosecha generan dudas.
En tanto, en Europa del Este la siembra tardía hace que los cultivos queden complicados para afrontar el invierno. Por su parte, en los Estados Unidos también hay problemas climáticos.
De todas formas desde la Argentina lo que pase en el mercado internacional es muy interesante, pero irrelevante. El problema local es la administración de las exportaciones. Esto es una lástima, porque la demanda desde Brasil está asegurada.
En ese sentido ahora sabemos que del 1,5 millón de toneladas de trigo que se abrieron, 1,2 millón de toneladas serían para trigo grano (el resto será harina de trigo), y de ellas sólo 960.000 toneladas serán para los grandes exportadores, que tienen 1,1 millón de toneladas ya compradas. Por eso no hay apuro por salir a originar granos.
La situación es un problema serio, ya que está entrando la nueva cosecha de granos, y los productores agropecuarios necesitan "hacerla plata". Sin embargo, esto no es tan sencillo, ya que los compradores no están interesados en llegar a comprar.
En cuanto a precios, el FAS teórico de la exportación da para pagar u$s 175/180 por tonelada, contra los u$s 140 por tonelada que se pagan en forma abierta, por descargas largas. Si alguien quiere vender trigo disponible, no encontrará compradores interesados ni siquiera a estos precios.
En maíz se dieron 8 millones de toneladas, pero la paridad de exportación expresa fielmente el mercado externo. El problema aquí es que el precio no cierra.
(*) Profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral.