Algunos lotes de bajo potencial agrícola podrían destinarse a la ganadería, el precio de los granos es el gran condicionante. NAP
BUENOS AIRES (NAP) La superficie destinada al cultivo de soja experimentaría un aumento superior al 1%, como consecuencia de la merma de áreas destinadas a los cultivos de maíz y girasol, cuando faltan muy pocos días para que se inicie la siembra de la campaña gruesa, indicó un relevamiento de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), al 14 de este mes
Sin embargo, durante las últimas semanas se han relevado factores que atenuarían la expansión del área de esta oleaginosa durante los próximos meses.
En consecuencia, la siembra de soja podría cubrir un área tentativa de 20,6millones de hectáreas durante la campaña 2014/15, registrando un incremento interanual del 1,2 %, meintras que la cobertura del ciclo anterior alcanzó a 20,35MHa), que de concretarse representaría un nuevo récord de siembra nacional para la oleaginosa.
Marco económico productivo
El cambio de actitud de los productores obedece a que entre los principales factores adversos relevados por los técnicos de la Bolsa, durante las últimas semanas, indican que es el precio de mercado de la oleaginosa el que más pesa, junto con su evolución esperada para el corto y mediano plazo.
Ante la previsión de una cosecha récord en los Estados Unidos, y la consecuente recomposición de los niveles de stock internacionales, la cotización internacional de la soja se encuentra en valores sustancialmente menores a los verificados en años recientes, lo cual presiona de manera negativa sobre la rentabilidad prevista para el nuevo ciclo. Dicha situación frena la expansión de área que podría registrar el cultivo durante los próximos meses.
Puntualmente, sobre el norte del área agrícola nacional se evalúa la posibilidad de destinar parte de la superficie disponible hacia cultivos alternativos como porotos, algodón, sésamo y chía entre otros. Sobre la región NOA también se suma la desventaja de haber sufrido durante las últimas campañas gran presión de insectos en lotes de soja, principalmente picudo (Rhyssomatussubtflis), provocando reducciones sobre el rendimiento a cosecha.
Por otra parte, debido a la falta de precipitaciones registrada durante los meses previos, esta última región también mantiene serias limitaciones de cara al inicio de la nueva campaña.
Se prevé, sin embargo, que muchos cuadros de baja aptitud agrícola, ubicados principalmente sobre la periferia a las regiones Núcleo Norte y Sur, queden sin sembrar o se destinen a ganadería, debido a su bajo potencial productivo. La Incorporación o no de esos lotes a la agricultura, dependerá de los precios de mercado para soja o maíz.
Se prevé que las zonas ubicadas sobre el norte de la región agrícola tiendan a trasladar una mayor cantidad de lotes hacia cultivos regionales o hacia la actividad ganadera; mientras que sectores del sur del área agrícola registre incrementos más importantes en el cultivo soja.
Durante esta nueva campaña, la caída de los precios en cultivos de verano impacta sobre el margen de ganancia e incrementa el riesgo de inversión, desalentándola siembra sobre cuadros que, por sus propias características edáficas o climáticas en cada región, presentan menores potenciales de rendimiento.
Demora en los arrendamientos
Otro factor que imprime incertidumbre sobre la superficie que ocupará el cultivo de soja son los arrendamientos aún pendientes. El retraso en la definición de esta superficie genera inconvenientes para la preparación de los barbechos químicos, incrementado su costo y disminuyendo su eficiencia.
La decisión de los productores de mandar a soja varios cuadros que en principio se iban a cubrir con maíz y girasol, obedece a que el nivel de inversión de la principal oleaginosa argentina es menor, comparado con otros cultivos.
También se observó en los productores un gran interés por la incorporación de soja sobre rastrojo de trigo y cebada. La decisión tiene mayor peso sobre el sector sur, en donde se concentra la mayor superficie destinada a cultivos de invierno. Esta estrategia productiva, favorecida por las buenas condiciones hídricas relevadas sobre gran parte del área nacional, tiene como objetivo diversificar costos y riesgos, como así también mantener cubierto el lote durante un mayor periodo de tiempo para reducir la incidencia de malezas resistentes y la cantidad de aplicaciones de herbicidas necesarios para su control.
Durante el inicio de la nueva campaña, las condiciones climáticas y la humedad disponible en los cuadros no será un factor limitante en gran parte de la región. Al presente informe, extensas áreas ubicadas sobre el centro y sur de la región agrícola han logrado recomponer su oferta hídrica gracias a las lluvias acumuladas durante invierno y parte de la primavera. No obstante, hay zonas bien definidas que aún presentan ambientes adversos, y si está condición se mantiene podría limitar la superficie disponible para la siembra en algunas regiones puntuales.
En relación a esto último, extensas áreas del extremo norte del país mantienen una condición de déficit hídrico que, de no revertirse en los próximos meses, impactaría de forma negativa sobre el área de soja en las regiones NOA y NEA.
En contraposición, sobre el extremo opuesto del área agrícola, excesos hídricos acumulados durante otoño e invierno también podrían limitar la oferta de lotes en sectores del centro, este y sudeste de la provincia de Buenos Aires. Así mismo, sectores del Núcleo Norte y Sur también acumularon gran cantidad de agua durante los meses previos, en consecuencia aún se relevan lotes anegados en los departamentos de Marcos Juárez, sobre el este de Córdoba; como así también en periferia a Melincué y Elortondo, sobre el Sur de Santa Fe. Conjuntamente todas estas adversidades ambientales representarían una limitante para el crecimiento del área y tenderían a frenar la expansión del cultivo a nivel nacional (Noticias AgroPecuarias).