Tras conocerse los números de este mes de oferta y demanda global de granos, difundidos por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por su sigla en inglés), la soja subió U$S8,18 y cotizó este martes a U$S371,76 en el contrato con entrega a agosto.
De esta manera, la oleaginosa revirtió la tendencia bajista que el mercado mostraba antes de que se difundiera el informe, el cual se conoció pasadas las 13 de Argentina.
En cambio, en el vencimiento a septiembre, el maíz cedió U$S5,41 y se ubicó en U$S146,25, mientras que el trigo mermó U$S3,77 y se negoció a U$S185,56.
En el segmento disponible de Rosario, la soja siguió con la tendencia positiva registrada en el plano internacional y tuvo una mejora diaria de $5000 (1,3%), al concluir en $390.000 por tonelada.
Sobre eso, Irazuegui indicó: “La apertura de las fábricas tradicionales se dio en los $385.000, para luego mejorar y generalizarse en los $390.000 por tonelada. Esto por grano disponible y con entrega contractual en las terminales portuarias del Up-River”.
En paralelo, las cotizaciones en la operatoria a término (A3 Mercados) finalizaron con ganancias que oscilaron entre U$S2,40 y U$S6 por tonelada, según el contrato de entrega.
La punta compradora del dólar en el Banco Nación, que se utiliza como referencia para liquidar las divisas de la exportación, tuvo un leve declive de $4,50 y concluyó en $1308,50.
“Desde el organismo oficial han dispuesto revisiones en sus planillas de balance, particularmente en las proyecciones de cosecha y stocks finales en EE.UU.”, comentó el responsable de Research de la corredora Zeni, Eugenio Irazuegui, en diálogo con TN.
Las existencias finales de la nueva campaña de soja quedaron establecidas en 7,89 millones de toneladas, cuando el mes pasado se habían calculado en 8,44 millones.
“Los números previos daban cuenta de un incremento a una media de 9,55 millones de toneladas. Esta revisión está ligada a una retracción en la demanda agregada. Al mismo tiempo, la cosecha nacional pasa de 117,98 a 116,82 millones de toneladas”, relató Irazuegui.
Por otro lado, la producción estadounidense de maíz alcanzaría un marcado récord de 425,26 millones de toneladas contra 406,16 millones que procedían del promedio esperado por los operadores.
“De esta manera, se elevarían sustancialmente los stocks a 53,77 millones de toneladas para la culminación del ciclo comercial 2025/26. Los sondeos privados habían anticipado un monto más próximo a 48,26 millones de toneladas”, describió el analista de Zeni.
En lo que respecta al trigo, mientras la recolección de lotes primaverales se encuentra en la etapa inicial y están terminando las labores de invierno, la cosecha nacional es calculada en 52,45 millones de toneladas.
Los sondeos privados señalaban una pequeña rebaja productiva al evaluar 52,50 millones. En cuanto a las existencias finales, se ajustan a 23,64 millones de toneladas, contra las 24 millones descontadas por el mercado.
En esta oportunidad, el USDA incorporó la situación agronómica a la hora de proyectar la cosecha estadounidense.
En las mediciones anteriores, si bien ya venía evaluando la superficie finalmente destinada, junto a las revisiones posteriores a la culminación de labores, tomaba un rendimiento promedio en base a la tendencia de las campañas precedentes.
Bajo estas circunstancias, el organismo sorprendió al estimar un “mega cosechón” de maíz, al revisar significativamente su cálculo nacional que pasa a 425,26 millones de toneladas. Se trata de un aumento del 6,6% en comparación a la cifra que manejaba el mes pasado.
En el otro extremo, introdujo una reducción en la cosecha de soja, en orden del 1%, por lo que queda establecida en 116,82 millones de toneladas.
En términos de rendimientos, el USDA pronostica un máximo de 118,5 quintales por hectárea de maíz frente a los 113,6 considerados anteriormente, y unos 36,1 en el caso de la soja.