29/10/2021

Previsibilidad y estabilidad, el reclamo de la industria semillera al Gobierno para expresar su potencial

El pedido fue realizado por el Director Ejecutivo de la Asociación de Semilleros Argentinos, Alfredo Paseyro, durante una visita al nodo norte del cluster semillero, en la provincia de Santa Fe. INFOBAE

Ayer la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA) organizó un recorrido a dos empresas que integran el nodo norte del cluster semillero, en distritos de la provincia de Santa Fe, que contó con la presencia de directivos de la entidad, del ministro de Agricultura, Julián Domínguez, y el gobernador provincial, Omar Perotti. Desde el ámbito privado reclamaron a las autoridades “previsibilidad y estabilidad” para que se pueda expresar el potencial de la industria semillera y aprovechar las oportunidades que ofrece el mundo.
El cluster semillero es una iniciativa público y privada que en diciembre del año pasado supo conjugar los desafíos de la industria semillera argentina. A partir de esto, se generó un espacio para discutir y planificar un Plan de mejora competitiva para los próximos 10 años, con el desafío puesto en la creación de trabajo genuino, el desarrollo de innovación tecnológica, y la sustentabilidad de la producción de semilla.
El mencionado nudo, actualmente, ocupa una superficie de más de 2 millones de hectáreas. Cerca del 40% de la superficie donde se produce semillas certificadas, aproximadamente unas 160 mil hectáreas, de un total de 450 mil hectáreas declaradas en el INASE, se ubican en la zona de influencia de Venado Tuerto. En esa parte de Santa Fe se procesaron el año pasado más de 2 millones de bolsas de semillas de maíz, sorgo, girasol, trigo y soja, en sus más de 10 plantas de procesamiento y centros experimentales.
La primera parte del recorrido fue en el distrito santafesino de Murphy, donde está instalada la planta de procesamiento de semillas de Advanta, que cuenta con una inversión de más de 5 millones de dólares y se está ampliando para abastecer la fuerte demanda de semilla de sorgo por parte de países como China. Allí se desarrolla la tecnología Igrowth, que es la única tecnología disponible a nivel mundial para el control de las malezas gramíneas en preemergencia o post-emergencia temprana para el cultivo de sorgo.
El segundo punto de la visita, consistió la empresa Nuseed, en Venado Tuerto, donde funciona el primer Programa de Mejoramiento Genético de Brassica Carinata de Latinoamérica. Este cultivo es no modificado genéticamente y se utiliza para producir biocombustible de segunda generación derivado de aceites no comestibles, utilizado en la industria aeronáutica. Argentina y Uruguay son los únicos países del mundo donde se produce dicho cultivo.
Pedido
Al momento de los discursos, el Director Ejecutivo de ASA, Alfredo Paseyro, sostuvo que la industria semillera puede generar competitividad aportando tecnología de punta en cada una de las especies para alcanzar el objetivo de las 200 millones de toneladas de producción agrícola, donde también se comparte el objetivo de alcanzar las 70 millones de toneladas de soja, que fue planteado por el titular de la cartera agropecuaria y los integrantes de la Asociación de la Cadena de la Soja. “Lo único que requerimos es previsibilidad y estabilidad ya que nuestras tareas se anticipan una campaña a la decisión de siembra de los productores”, dijo el dirigente.
Además, el referente de ASA recordó que el sector trabaja en legumbres, a partir de las oportunidades de la demanda de proteínas vegetales que ya es una realidad, con la arveja amarilla y garbanzo, entre otras. Paseyro destacó que la Argentina es primera exportadora de pisingallo y maní, que son cultivos que todavía tienen derechos de exportación, pero que estarían contemplados por el Gobierno para próximos anuncios sobre el mencionado impuesto para las economías regionales. Por otro lado, habló del girasol, donde la recuperación de los precios se abre una oportunidad en el mercado de India, y de la horticultura, a partir de los cambios de hábitos de consumo y las especies forrajeras para hacer crecer al sector de las carnes.
“Argentina tiene todas las condiciones comparativas para estar en un lugar de privilegio a nivel mundial, atendiendo a las demandas de cambio climático pero sin resignar el uso de las más altas tecnologías como son la biotecnología y la edición génica”, agregó Alfredo Paseyro, quien agradeció el compromiso del ministro de Agricultura, Julián Domínguez, con la innovación tecnológica, y al final reclamó el envío al Congreso de la Nación del proyecto de desarrollo agrobioindustrial que anunció semanas atrás el Gobierno y es promovido por el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA).