La emblemática agroexportadora santafesina que entró en cesación de pagos en diciembre de 2019 con una deuda que supera los US$1.500 millones atraviesa ahora una etapa decisiva: el proceso judicial conocido como cram‑down. Se trata de una estrategia pensada para reestructurar deudas evitando la disolución total de la empresa.
¿Quiénes ya dieron el primer paso?Ya presentaron su participación —con el depósito exigido de AR$1.100 millones— cinco actores de los once interesados en un primer momento:
La multinacional Bunge
Dreyfus (Louis Dreyfus Company)
Molinos Agro
Unión Agrícola de Avellaneda (@uaacoopltda)
Grassi SA
Tras la inscripción, la firma Marinozzi‑Mazzitelli & Asociados tendrá hasta el 27 de agosto para entregar un informe de valuación de los activos y acciones de Vicentin.
Luego seguirán cinco días hábiles para observaciones.
Comenzará un período de 30 días para presentar propuestas formales, con el requisito de alcanzar la adhesión de dos tercios de los acreedores.
La audiencia informativa será convocada cinco días antes del cierre, en modalidad mixta (presencial/virtual).
El acreditamiento exitoso otorgará al oferente el control del grupo, siempre que se respete la Ley de Concursos y Quiebras.
Contexto y tensionesEsta vía judicial se abrió luego de que la Corte de Santa Fe admitiera un reclamo de Grassi SA, considerándolo inconstitucional el acuerdo previo entre Vicentin, Bunge y Viterra, y dando paso al cram‑down. Con esto, la puerta quedó abierta para recibir propuestas de jugadores relevantes del sector agro, incluyendo los que ya presentaron su oferta.
Implicancias para el sectorEl proceso marca un hito en el agro argentino, al movilizar a multinacionales, cooperativas históricas y actores regionales en una disputa que definirá el futuro de uno de los símbolos del sector, así como su participación en el control de Renova SA, la planta de crushing más grande del mundo, de la que Vicentin tiene una porción significativa.
ConclusiónCon el deadline cumplido y un cronograma acelerado, el cram‑down de Vicentin entra en su fase decisiva. La competencia entre Bunge, Dreyfus, Molinos Agro, UAA y Grassi –acompañados por otros once actores– promete definir en los próximos meses la nueva conformación del grupo y su estrategia de pago a los acreedores. Queda por verse quién logrará consolidar el apoyo necesario y controlar efectivamente la agroexportadora.