02/10/2013

Se estiman caídas de los márgenes brutos para la próxima campaña

COMERCIO Y JUSTICIA
Los principales cultivos cordobeses pueden sufrir recortes de hasta 48% respecto del ciclo recientemente finalizado. La soja de primera y el maní serían los más afectados debido a la suba en los costos de implantación y la contracción en los precios internacionales.

Por Cecilia Pozzobon - cpozzobon@comercioyjusticia.info


Siempre se dijo que después de sembrar, los productores debían sentarse a mirar el cielo y esperar. Sin embargo, la cosa parece un tanto más compleja cuando hay que considerar todas las variables que intervienen en la producción para saber si la odisea tiene probabilidades de ser rentable o no, más allá de la influencia del clima.

En esta oportunidad, según un trabajo realizado por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Manfredi, los cultivos cordobeses más comunes, cuyo período de siembra comenzó en septiembre pasado y se prolongan hasta enero para las implantaciones denominadas de segunda, sufrirán recortes en los márgenes brutos debido, principalmente, a los crecientes costos de los insumos y, en algunos casos, a la caída en los precios internacionales de las commodities.

Inclusive, la resultante de la empresa puede llegar a convertirse en negativa si los productores no son propietarios de las tierras que cultivan, situación que determinó algunas modificaciones en los términos contractuales, como ya había adelantado días atrás Comercio y Justicia.

De este modo y considerando los planteos técnicos usuales en la provincia (rotación tradicional de los cultivos, manejo habitual de malezas, rendimientos promedios, entre otros), el INTA calculó contracciones en los márgenes brutos (diferencia entre el ingreso por la venta del producto en el mercado y los costos directos atribuibles a la actividad), que parten de 0,4% para el caso del maíz, hasta de 48% para la producción del maní, siempre en comparación con la campaña recientemente finalizada.

Para el caso del maíz y teniendo en cuenta que el rendimiento promedio en la provincia de Córdoba se estima en 66 quintales por hectárea, el margen bruto promedio se ubicó en 219 dólares por hectárea para aquellos productores que son propietarios de las tierras implantadas. En tanto, para los que arrendaron el campo, el margen estimado por el INTA es negativo en menos nueve dólares por hectárea.

En este cultivo, la incidencia del alquiler representa 24% del total de los costos, mientras que los gastos de implantación participan en 38% y los de transporte, con 28%.

El INTA calculó que el rendimiento de indiferencia (producción por hectárea que cubre los costos directos) para el maíz es de 45 quintales por hectárea para quienes son propietarios y de 74 quintales para los que alquilan.

Si se optare por sembrar soja de primera, es mucho más evidente la incidencia del costo de los arrendamientos, ya que se lleva 40% de las erogaciones totales directas, convirtiéndolo en un parámetro decisivo a la hora de que el productor proyecte su negocio.

En este caso, los márgenes brutos promedio estimados para la oleaginosa se ubican en 284 dólares por hectárea para campo propio y sólo 21 dólares por hectárea para tierra arrendada.

El rendimiento de indiferencia para la soja de primera es de 11 quintales para campo propio y 23 para el alquilado.

En el caso de la soja de segunda, con un rendimiento estimado 20% inferior al promedio, los márgenes que previó el INTA son de 258 dólares por hectárea para campo propio, y de 126 para el arrendado, con rindes de indiferencia calculados en siete y 14 quintales por hectárea, respectivamente.

Otros cultivos
Si bien la rotación convencional de los cultivos para la zona centro del país es trigo, maíz y soja -en diferente proporción-, el INTA incluyó como referencia en su trabajo los márgenes de cultivos como el sorgo y el maní, muy tradicionales en la provincia.

Del primero de ellos se sembró en todo el país, en la campaña agrícola 2011/12, un total de 1,2 millón de hectáreas, llegando la producción a 4,2 millones de toneladas. La provincia de Córdoba aportó una superficie cultivada de 183 mil hectáreas, con una participación en la producción nacional de 18,8%.

Para este cultivo, el INTA calculó para el ciclo que comienza un margen bruto promedio de 307 dólares por hectárea para campo propio y de 32 dólares por hectárea para alquilado.

En el caso del maní, economía regional de importancia estratégica para Córdoba ya que ésta es responsable de 85% de la producción nacional, en la campaña agrícola 2011/12 se implantaron 214 mil hectáreas que produjeron 549 mil toneladas.

Para la actual campaña se estima que el margen bruto para un campo propio se ubicará en 728 dólares por hectárea, mientras que para el arrendado será de 104 dólares.

Contracciones
Pero volviendo al comienzo, las estimaciones hechas por el Instituto indicaron, comparativamente con la campaña finalizada, las contracciones que se evidenciarán en los márgenes brutos de cada uno de los cultivos.

Para el maíz, la baja respecto del ciclo pasado es sólo de 0,4%, para la siembra realizada en campo propio. La estimación para la soja de primera reporta una baja de 19,5%, mientras que la de segunda, una caída de 4,4%.

En tanto, para el sorgo y el maní se prevén mermas en los márgenes de 7,5% y 48%, respectivamente, siempre para campos propios y respecto del ciclo productivo que acaba de concluir.

Cabe aclarar que en materia de precios el INTA consideró para su trabajo las cotizaciones a futuro de la Bolsa de Comercio de Rosario (Rofex, 2013).

Pocas probabilidades
Pese a que el maíz es el cultivo que menor caída en los márgenes brutos sufrirá respecto de la campaña pasada (0,4%), a la hora de estimar los riesgos de la producción agrícola el INTA incluyó además en su análisis probabilidades de ocurrencias de situaciones pasadas en cuanto a rendimientos promedios, series de precios internacionales, valores de contratos de arrendamientos, entre otros y, a partir de allí, estimó la posibilidad de que el margen bruto de cada uno de los cultivos sea positiva, es decir, la probabilidad de que la cosecha genere resultado económico positivo.

En el caso del maíz cultivado en campo propio, la probabilidad es de 53%, mientras que para quien alquila es sólo de 7%. Para la siembra de soja de primera es de 93% para tierra propia y de 19% para arrendada. Esos porcentajes son de 99% y 80%, respectivamente, para la soja de segunda, mientras que para el sorgo son de 81% y 3,6%, y para el maní de 99,6% y 77,5% respectivamente.