El problema en el Congreso norteamericano por el Presupuesto, afecta al USDA; y ello no permite tener una visión clara de los mercados. Manuel Alvarado Ledesma - AGROSITIO
El paro de actividades a raíz del desacuerdo que sufre el Congreso norteamericano por el Presupuesto Público, también, ha afectado al USDA; y ello no permite tener una visión clara de los mercados.
La ausencia de datos oficiales por este problema es notoria. En la medida que pase el tiempo y no se regularice esta situación, deberíamos aguardar una volatilidad creciente así como una mayor la aversión de los inversores a permanecer en los mercados agrícolas.
No es algo bueno para los precios.
Pocos días después de que el USDA publicara su –desfavorable para los precios- reporte mensual, apareció la publicación de Informa Economics. Tal publicación redujo el rendimiento esperado de 28,51 QQ por hectárea a 28,04.
De esta forma, disminuyó su estimación de producción en EE.UU. desde casi 88 millones a poco más de 86 millones de toneladas.
Esta noticia logró revertir la tímida tendencia a la baja de los valores internacionales.
Mientras tanto, Sudamérica está sometida a una fuerte incertidumbre, aunque en rigor de verdad se espere una gran producción.
En nuestro país, la incertidumbre transita por la vía de la política interna y por la del clima. Ninguna de las dos resulta alentadora.
La soja, Mayo/14, sigue manteniéndose en un nivel próximo a 295 dólares. A su vez, la oleaginosa en el disponible no varía mucho.
Vale destacar que la Argentina todavía dispone de cerca de 15 millones de toneladas, sin precio fijado. Obviamente, los tenedores de esta mercadería temen una aceleración en el ritmo de depreciación del peso y, por ello, prefieren aguardar a cómo se presenta el horizonte.
Respecto al clima, la decisión de siembra es compleja. Ya ha afectado seriamente al maíz y ahora amenaza hacerlo a la soja.
La mayor parte de la zona núcleo se encuentra en virtual sequía. Es cierto: ello afecta tremendamente a la siembra del maíz y al rinde del trigo y de los cultivos de invierno; pero por ahora no lo hace decididamente a la soja. Sin embargo, el perfil del suelo no se presenta positivo, pues estamos a pocos días del inicio de la siembra.
Las reservas hídricas siguen en caída libre, sobre todo en Córdoba y Santa Fe. Y por supuesto en el castigado norte.
La siembra del cereal está muy atrasada. Sólo se ha logrado cubrir determinadas áreas del noroeste de la provincia de Buenos Aires gracias a la caída de chaparrones aislados.
Tal cuadro podría incentivar un aumento de la superficie destinada a soja.
A su vez, el gigante sojero también camina por la cuerda floja. Las labores de siembra están demoradas en general. La escasez de humedad asola los principales estados agrícolas de Brasil.