23/06/2014

La formación de los precios agrícolas requiere de volumen y transparencia

La formación de precios de referencia en las operaciones de compra y venta de granos sigue siendo en el país una materia pendiente. LA VOZ

La fragilidad del sistema se confirmó a mediados de marzo, en el inicio de la cosecha de soja, cuando algunos exportadores comunicaron por escrito a los productores que en las operaciones de entrega con precio a fijar no iban a tomar la pizarra de Rosario. A partir de esta decisión, serían los propios compradores los que fijarían los precios, bajo la modalidad conocida por “mercado a comprador”.

Más allá de la determinación de la exportación, y que llevó al productor a reducir durante la presente campaña las operaciones bajo la modalidad de contratos a fijar, el debate sobre la formación de los precios volvió a instalarse dentro de la cadena agrícola.

La prédica de los impulsores de los mercados de futuro, como ámbito transparente y formal para construir cotizaciones de referencia, volvió a escucharse con fuerza.

“Debemos trabajar para que los mercados agrícolas sean cada vez más transparentes y que los precios surjan por la puja entre la oferta y la demanda”, observó Ricardo Marra, presidente de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. La institución porteña realizó la semana pasada una jornada de capacitación profesional en su sede central, de la que participó La Voz del Campo.

Bajo la lupa

Con la decisión de la exportación de fijar sus propias cotizaciones, el precio de la pizarra rosarina vuelve a estar bajo la lupa. Hay coincidencia entre algunos integrantes del mercado granario de que su información no es referencia para las operaciones.

“Sería lo ideal que todas las operaciones de granos pasen por los mercados institucionalizados. Los precios son información y cuando más volumen se opere y se informe, mayor será su referencia”, aseguró Javier Buján, presidente del Centro de Corredores y Agentes de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

Desde las entidades que agrupan a los productores, también se escuchan objeciones al valor de la Cámara. “Al ser publicados al día siguiente, las pizarras no pretenden (ni pueden) tener otra finalidad que indicar, de manera histórica, orientativa y puramente referencial, el nivel de precios que alcanzó un determinado producto, en determinadas condiciones, el día anterior”, sostienen desde los Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Crea).

En su momento, la Cámara Arbitral de la Bolsa de Cereales de Rosario también hizo públicos los límites a la pizarra. En varias oportunidades ratificó que sus valores son meramente orientativos. Esta condición es todavía más clara en el contenido del artículo 3 del Decreto 1.058/1.999: precisa que no son obligatorios para las partes en ningún segmento de la comercialización, salvo que las partes acuerden lo contrario.

“La declaración para el precio de pizarra no es obligatoria. Si alguien no declaró la operación, no quedó registrada. Además, si el precio ya pasó, ya no sirve. El camino es operar en los mercados a término”, reiteró Buján.

Desde el movimiento Crea, también se objeta la nueva modalidad de operar con el precio del comprador. “La fijación mediante valor de mercado comprador se pacta a partir del precio que la empresa adquiriente ofrece pagar ese día. Esta modalidad implica que el productor no necesariamente tendrá un precio de referencia público sobre el cual concretar la venta e impide que la mercadería pactada ingrese a la puja de oferta y demanda del mercado y genere precio. Otra desventaja es que este tipo de contratos no estipula instancias de arbitraje”, aclaró la entidad.

Formación institucional
La existencia de un mercado institucionalizado como el de futuros les permite a los productores poder utilizar sus valores de referencia en las operaciones. Cuando más volumen maneje la plaza, más referenciales serán sus valores. A partir de la nueva ley nacional de regulación del mercado de valores (26.831), los recintos de operaciones de granos deberán estar todos interconectados, una medida que según la Comisión Nacional de Valores (CNV) favorecería la operatoria on line desde cualquier punto del país.

“Un mercado transparente de granos, donde se refleje la información dispersa en los precios, requiere un alto nivel de flujo. Si eso no sucede, se achica el mercado de referencia, aspecto que promueve la información asimétrica. Una de las principales consecuencias de la información asimétrica es que su acceso se vuelve más dificultoso, perjudicando a aquellos que no cuenten con los recursos para su acceso, que en general son los productores de menor escala”, advierten desde Crea.

A nivel internacional, existen pocos países agrícolas con mercados institucionalizados para la formación de precios.

Argentina cuenta con esa opción, que le permite al productor poder vender su grano disponible u operar a futuro, inclusive diferenciando zonas y calidad.

Sin embargo, intereses creados en algunos eslabones que componen la cadena de comercialización dificultan su adopción masiva, según advierten sus referentes.