Hace ya varias campañas agrícolas que el clima no se erige como un aliado de los productores, principalmente, por lluvias menores a los promedios históricos, donde el trigo ha sido uno de los cultivos más castigados. Sin embargo, en este nuevo ciclo, si bien sigue mostrando precipitaciones por debajo de lo común, las que ocurren se dan en lugares y momentos cruciales, lo que hace prever una buena cosecha del cereal.

Esta dinámica de lluvias poco constantes, pero estratégicas, es la que le permitió a la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) estimar una producción de trigo de 20,7 millones de toneladas, guarismo que de concretarse significaría un salto de 3,7 millones de toneladas respecto a lo obtenido en la campaña 2020/21. Así, con las precipitaciones de los últimos días, se logró evitar un recorte en la proyección de trilla hasta las 20,1 millones de toneladas.

Tras la fuerte sequía que afectó la cosecha fina pasada, donde Córdoba, parte del centro y el norte del país fueron las zonas más perjudicadas, la nueva siembra comenzó con buenos perfiles de humedad en suelo, lo que permitió prever una cosecha récord. No obstante, julio y agosto no presentaron lluvias significativas, lo que empezó a empeorar el panorama del cereal, hasta que se produjeron las precipitaciones contundentes de septiembre, que prácticamente salvaron al cultivo.

Luego de estas tormentas, “no volvió a haber lluvias significativas hasta el reciente martes 12 de octubre. Hasta el lunes 11, la condición regular y mala alcanzaba a un millón de hectáreas, la estimación sufría recortes y el resultado era de 20,1 millones de toneladas”, sostuvo un informe de la BCR. Pero el panorama parecía agravarse de la mano de los modelos climáticos, los cuales preveían solo 10 milímetros (mm) de agua sobre la zona central del área agrícola.

Sin embargo, las precipitaciones dejaron acumulados de más de 50 mm en el centro y sur de Córdoba, a la vez que el centro-sur de Santa Fe sumó entre 30 y 45 mm. El resto de la provincia junto al norte de Entre Ríos y Corrientes recibió de 20 a 30 mm. Solo el norte de Buenos Aires acumuló más de 15 mm, mientras que las lluvias más importantes se dieron en la localidad misionera de Oberá, con un acumulado de 200 mm.

“Marcada por la falta de agua y por oportunos pulsos que aparecen en los momentos justos, la primera estimación de trigo para la campaña triguera 2021/22 muestra una producción de 20,7 millones de toneladas y un rinde nacional de 31,5 qq/ha”, destacó la entidad bursátil rosarina. De concretarse, esta nueva previsión se ubicaría 1% por encima de las 20,5 millones de toneladas estimadas el mes pasado Por otro lado, no se apreciaron cambios en la superficie, con 6,9 millones de hectáreas sembradas.

Maíz y soja

Por su parte, la siembra de maíz vive un momento de incertidumbre, tanto por el clima y la previsión de que se produzca el fenómeno de La Niña, como así también, por las nuevas medidas del Gobierno nacional que limitan la venta del cereal de la campaña 2020/21. En el primer caso, la falta de agua que siguió luego de la primera semana de septiembre dejó sin sembrar el 40% del maíz en Santa Fe, el 10% en Entre Ríos y el 80% en Córdoba. “Muchos productores no pudieron por la falta de humedad, pero también hay otros que van por la estrategia de escapar de los efectos de “La Niña” y la seguridad que da sembrar más tarde”.

De todas maneras, la entidad remarcó que “en estos últimos días hay cierta incertidumbre por la suba (del precio) de los fertilizantes y también por cambios en la comercialización del maíz viejo que hacen volver a aparecer en el tablero de las decisiones a la soja de siembra tardía”. Por ahora, el maíz sigue rumbo a los 7,9 millones de hectáreas de las que ya se implantaron el 27%, señaló la BCR, mientras que la producción rondaría los 55 a 56 millones de toneladas, cifra inédita para Argentina.

Por el lado de la soja, “las lluvias llegaron a tiempo” para dar comienzo a las labores de siembra. Tras conseguir los milímetros necesarios para que empiecen las labores, “se espera que se despliegue la actividad de siembra en los próximos días”. Así, la oleaginosa se afirma en una siembra de 16,2 millones de hectáreas, cifra que será la más baja de los últimos 15 años en Argentina, por ahora sin cambios respecto a un mes atrás, con una producción que podría llegar a 48,8 millones de toneladas.