El precio actual del disponible no alcanza para cubrir los costos de siembra. ON24AGRO
La oleaginosa madre de las exportaciones del país entra en terreno de crisis. Después de años de precios récord, el commodity está atravesando una baja profunda que lleva varios días sin perspectivas de repunte. Un aumento de más de un millón de hectáreas sembradas en Estados Unidos llevó el precio del grano a menos de USD 300 por tonelada, que fue el precio de piso que calculó el productor argentino como necesario para, al menos, salir derechos.
Dante Romano, especialista en comercialización agropecuaria y consultor y analista de mercados agropecuarios, explicó la coyuntura actual. “Hubo una gran sorpresa primero en marzo cuando el informe del USDA informó que se sembrarían unas 38 o 39 M de has, pero la sorpresa más grande se dió ahora en junio cuando se supo que la superficie efectivamente sembrada era más de un millón de hectáreas mayor. Hubo una explosión de oferta y una gran venta de especuladores que estaban comprados, todo eso tiró el precio para abajo”, relató.
Si bien el contexto internacional fue más fuerte, la caída se siente también en el mercado local. “ Internacionalmente cayó el mercado más que en la Argentina pero estos precios hacen que la comercialización no sea rentable. El productor que alquila necesita USD 300 por tonelada para no ir a pérdida y el disponible está a USD 290-295, cuando se sembró estaba a USD 320. El productor con campo propio está un poco mejor, necesita USD 270-280”, detalló Romano.
Las consecuencias, graves, son por el momento imprevisibles. “Por un lado, se paró toda la comercialización de granos cuando todavía hay un 60 % de la cosecha de soja sin vender. Además de que la baja de precio de la soja siempre empuja a la baja al precio del maíz, lo que se suma a un exceso de oferta del grano por juntarse la producción de Estados Unidos con el maíz de segunda que se cosechó tarde. La venta está totalmente parada y además se paró también la inversión. Se viven momentos de gran austeridad y comienza a haber morosidad. Van empezar a rebotar cheques y no va a haber derrame”, concluyó.